Diego y la mano de Dios. |
EL DIEGO NO PERDONA
Pelusa
El polvo y el pantalón corto
Luciendo el barro de La Paternal
Un niño dominando la pelota
Argentinos y la carrera en primera.
Fiestas y gambetas
El Mediterráneo y sus olores
Los goles como piruetas
Dibujadas en los ojos
De los niños de una Italia
Que se acuna cerca de África.
Pero nada se ha olvidado
Los desaparecidos en su presencia
Un Mayo sin hijos
Y México 86
Media cancha
Las fintas
Pelota a ras de piso
El terciopelo en el borde interno
La cuchara en el empeine
¡A la Reina ni Dios la salva!
Un centro dividido
Arriba contra el arquero
El viento que sopla desde el sur
Las flores como guerras floridas
-Malvinas se llaman esos hombres-
La boca contra los cristales
El relato que los triza
Y el Olimpo descendiendo en picada.
Por un segundo
Dios le ha tendido la mano;
En la cima lo esperará la ira de Dios
Y sus propias bajezas
Aunque esa es otra historia.
La pelota no se mancha
Porque los Dioses perdonan;
El Diego, no.