Relatividad (1953) de Escher. |
Según Camus sólo existe un problema filosóficamente relevante: el suicidio. Y esto es porque tal problema abre la pregunta más radical de todas: la vida, ¿vale o no la pena de ser vivida? Pero para responder dicha pregunta con la seriedad que merece necesitamos algo: haber vivido. Esa es nuestra fatalidad: la única manera de saber si la vida vale o no la pena de ser vivida es viviéndola. Por eso el suicidio es tan absurdo como la vida misma.